Una muerte evitable y la ausencia de responsabilidad del alcalde
La comunidad de Ela Nguema está de luto tras la trágica muerte de un joven de 15 años en un incidente que, con el debido mantenimiento de la plaza, podría haberse evitado. Esta desgracia ha puesto en evidencia la inacción de las autoridades locales y la falta de exigencia por parte del alcalde, quien, a pesar de su responsabilidad en la gestión de la jurisdicción, no ha tomado medidas para garantizar la seguridad en uno de los espacios públicos más frecuentados del distrito.
### Un espacio descuidado y una tragedia anunciada
La Plaza de Ela Nguema, que debería ser un lugar de esparcimiento seguro para la comunidad, se ha convertido en un escenario de incidentes recurrentes. La falta de mantenimiento y supervisión han sido denunciadas en múltiples ocasiones, pero las autoridades municipales han hecho caso omiso. A pesar de que las empresas estatales de Guinea Ecuatorial tienen la obligación de velar por su conservación, el alcalde no ha ejercido la mínima presión para que cumplan con su deber.
La muerte de este joven no es un hecho aislado; es el resultado de años de negligencia y abandono por parte de quienes deberían garantizar el bienestar de los ciudadanos. La inacción de la alcaldía no solo refleja incompetencia, sino también una preocupante indiferencia hacia la seguridad de la población.
### Una familia que pide soluciones, no culpables
A pesar del dolor de su pérdida, la familia del joven fallecido ha mostrado una actitud digna y responsable. Han dejado claro que
No buscamos culpables ni acusan a nadie directamente, pero sí exigen a las autoridades una reforma urgente de la plaza para evitar que más familias pasen por el mismo sufrimiento.
No piden favores ni compensaciones, solo que se haga lo correcto: transformar este espacio en un lugar seguro y adecuado para la comunidad.
### El deber del alcalde y la necesidad de acción inmediata
El alcalde de Ela Nguema no puede seguir ignorando su responsabilidad. Su pasividad ha quedado expuesta y la población no puede aceptar que tragedias como esta sigan ocurriendo sin consecuencias. Es su deber exigir a las empresas estatales el mantenimiento adecuado de la plaza y garantizar que se realicen las reformas necesarias.
Este caso debe servir como un llamado de atención para todas las autoridades locales: el abandono y la negligencia tienen consecuencias reales, y las vidas de los ciudadanos no pueden seguir dependiendo de la incompetencia de quienes ocupan cargos de poder. La comunidad de Ela Nguema no debe conformarse con promesas vacías; es momento de exigir cambios concretos y duraderos.