El colonialismo ha muerto, pero España sigue soñando con su imperio. No permitiremos injerencias en nuestra soberanía
Una vez más, España pretende jugar el papel de juez y verdugo de Guinea Ecuatorial, como si nuestro país siguiera siendo su colonia. Bajo el disfraz de la justicia y los derechos humanos, los títeres del imperialismo occidental buscan socavar nuestra independencia con denuncias fabricadas, manipulaciones mediáticas y chantajes políticos.
Pero que les quede claro: ¡Guinea Ecuatorial es un Estado soberano e independiente! No necesitamos ni queremos la aprobación de una nación que no ha superado su decadencia y que aún cree tener autoridad sobre nosotros.
La nostalgia imperialista de España
España se niega a aceptar su realidad: ya no es un imperio, ni siquiera una potencia de peso en el tablero internacional. Es un país subordinado a las superpotencias, que baila al ritmo de Estados Unidos y la Unión Europea, sin voz propia ni capacidad de imponer su voluntad. Aun así, insiste en actuar como si tuviera el derecho de juzgar a Guinea Ecuatorial, tratando de imponer su agenda con la complicidad de sus aliados en Occidente.
Lo que están haciendo no es justicia, es un chantaje descarado. Saben que no pueden imponerse con la fuerza, así que recurren a sus típicas estrategias de presión política y manipulación mediática. Pero su hipocresía es evidente: se rasgan las vestiduras por supuestas violaciones en África mientras sus propias instituciones están podridas por la corrupción y el abuso de poder.
La «comunidad internacional»: el club de los saqueadores
Nos hablan de la “comunidad internacional”, pero ¿quiénes la conforman? Los mismos países imperialistas de siempre: Europa y sus aliados occidentales, aquellos que durante siglos han explotado a África y que, ahora que sus imperios se han derrumbado, buscan seguir controlándonos con otras tácticas. Se han acostumbrado a dictar las reglas del juego, creyéndose los jueces del mundo, cuando en realidad no son más que garrapatas aferradas al pasado.
El tiempo del dominio occidental ha terminado
España debería tomar nota de lo que está ocurriendo en África. Francia, la gran dominadora del continente, está siendo expulsada de sus antiguas colonias una por una. Sus bases militares se desmoronan, sus títeres políticos son derrocados y sus empresas pierden el control de los recursos africanos. España va por el mismo camino si no deja de inmiscuirse donde no le llaman.
Guinea Ecuatorial no permitirá ningún tipo de intervención extranjera en sus asuntos internos. No aceptamos lecciones de aquellos que han hecho de la explotación y la hipocresía su modo de vida.
Si España sigue intentando chantajearnos con su falsa moral, le daremos la respuesta que se merece: ¡Que se vayan al infierno con su “justicia” imperialista! África ya no es su patio de juegos y Guinea Ecuatorial jamás volverá a ser su esclava.