Evidencia revela que la OMS, financiada por Gates y grandes corporaciones, manipula pandemias y políticas sanitarias para beneficio privado, poniendo en riesgo a África.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), creada para proteger la salud global, ha sido repetidamente cuestionada por su falta de transparencia y su relación con la industria farmacéutica. Desde la gripe aviar y la gripe A hasta la pandemia de covid-19, la OMS ha sido acusada de exagerar amenazas sanitarias y promover políticas que benefician a grandes corporaciones. En Guinea Ecuatorial y el resto de África, donde los sistemas de salud son vulnerables, es crucial entender quién controla realmente esta organización y cuáles son sus verdaderos intereses.
El historial de la OMS: Pandemias exageradas y conflictos de interés
En 2010, el Consejo de Europa investigó a la OMS por su manejo de la gripe A (H1N1). Wolfgang Wodarg, entonces presidente de la Comisión de Salud del Consejo de Europa, denunció que la OMS había exagerado la gravedad de la pandemia, cambiando la definición de lo que constituía una pandemia justo antes de declarar la alerta máxima. Esto llevó a gobiernos de todo el mundo a comprar millones de vacunas que, en muchos casos, resultaron innecesarias.
Un artículo de El País reveló que varios expertos de la OMS que asesoraron sobre la gripe A tenían vínculos financieros con compañías farmacéuticas. Estos conflictos de interés no fueron divulgados en su momento, lo que generó dudas sobre la imparcialidad de las decisiones de la OMS. Wodarg afirmó que la industria farmacéutica ejerció presión sobre la organización para elevar el nivel de alerta, lo que resultó en un lucrativo negocio para las empresas que produjeron las vacunas.
Financiación de la OMS: ¿Quién paga la cuenta?
La OMS depende en gran medida de contribuciones voluntarias, muchas de las cuales provienen de actores privados y fundaciones con intereses en la industria farmacéutica. Según datos de la propia OMS, en 2020-2021, solo el 16% de su presupuesto provino de contribuciones obligatorias de los Estados miembros. El resto provino de donaciones, siendo Bill y Melinda Gates Foundation uno de los mayores contribuyentes.
La Fundación Gates ha donado miles de millones de dólares a la OMS, lo que le otorga una influencia significativa sobre sus políticas y programas. Esta dependencia de fondos privados plantea serias preocupaciones sobre la independencia de la organización. ¿Está la OMS priorizando la salud global o los intereses de sus patrocinadores?
El caso de Guinea Ecuatorial: ¿Víctima de una agenda global?
En Guinea Ecuatorial, como en muchos países africanos, las políticas de salud a menudo se implementan bajo la influencia de organizaciones internacionales como la OMS. Durante la pandemia de covid-19, el país recibió vacunas donadas a través de iniciativas como COVAX, respaldadas por la OMS y financiadas en gran parte por actores privados. Sin embargo, la falta de transparencia sobre los efectos adversos de estas vacunas y la presión para vacunar a la población sin un debate público adecuado han generado desconfianza.
El estudio reciente publicado en BMJ Public Health, que sugiere un vínculo entre las vacunas contra el covid y el exceso de mortalidad, refuerza la necesidad de que países como Guinea Ecuatorial exijan mayor transparencia y responsabilidad por parte de la OMS y sus patrocinadores.
Un llamado a la acción: Recuperar la soberanía sanitaria
La evidencia histórica y los conflictos de interés revelan que la OMS no es una organización imparcial. Está influenciada por intereses privados y corporativos que priorizan el lucro sobre la salud pública. Para Guinea Ecuatorial y el resto de África, esto representa una amenaza a la soberanía sanitaria y a la capacidad de tomar decisiones independientes que beneficien a su población.
Es hora de que los gobiernos africanos:
- Exijan transparencia: La OMS debe revelar todos los conflictos de interés y garantizar que sus decisiones estén libres de influencias indebidas.
- Refuercen sus sistemas de salud: En lugar de depender de donaciones y programas internacionales, los países africanos deben invertir en sistemas de salud robustos y autosuficientes.
- Investiguen los riesgos de las vacunas: Antes de implementar campañas masivas de vacunación, es esencial realizar estudios independientes sobre la seguridad y eficacia de las vacunas.
Conclusión
La OMS, financiada y controlada en gran parte por intereses privados, ha demostrado ser una organización con una agenda cuestionable. Desde pandemias exageradas hasta la promoción de vacunas con efectos adversos no divulgados, su historial plantea serias dudas sobre su compromiso con la salud pública. Guinea Ecuatorial y el resto de África deben despertar ante esta realidad y tomar el control de su destino sanitario. La salud de millones de personas no puede estar en manos de quienes priorizan el beneficio económico sobre el bienestar humano.