Monsanto paga miles de millones por su pesticida cancerígeno, mientras Bayer gana vendiendo tratamientos para la misma enfermedad. ¿Negocio o crimen?
Bayer y Monsanto: lucran con el cáncer que ellos causan
Durante años, Monsanto ha estado en el ojo del huracán por su producto estrella, el herbicida Roundup, cuyo ingrediente activo, el glifosato, ha sido vinculado a casos de linfoma no Hodgkin. Tras incontables demandas, la empresa ha pagado más de 11.000 millones de dólares en indemnizaciones a víctimas que desarrollaron cáncer por el uso de este químico.
Pero aquí es donde el escándalo se vuelve aún más indignante: Monsanto fue adquirida por Bayer, la misma farmacéutica que vende medicamentos para tratar el cáncer que Roundup ha provocado. En otras palabras, una misma corporación está generando la enfermedad y, al mismo tiempo, lucrando con la cura.
Este modelo despierta graves preguntas sobre los intereses reales de estas multinacionales: ¿les interesa erradicar enfermedades o simplemente asegurarse de que la gente dependa de sus tratamientos? Mientras Bayer y Monsanto multiplican sus ganancias, miles de familias sufren las consecuencias de una industria que parece priorizar el dinero por encima de la vida.
El caso de Bayer-Monsanto no es aislado. Grandes corporaciones farmacéuticas han sido acusadas de prácticas similares, en las que crean problemas de salud con sus productos y luego venden la «solución». La pregunta es: ¿hasta cuándo permitiremos que el negocio de la enfermedad siga beneficiando a los mismos responsables de generarla?