La digitalización económica en Guinea Ecuatorial puede ser progreso… o sumisión tecnológica, si no se garantiza soberanía y control local.
🧠 Opinión | PorUnaGuineaMejor
La reciente decisión del Gobierno de Guinea Ecuatorial de avanzar hacia la obligatoriedad de los pagos electrónicos en todos los comercios puede parecer, a primera vista, una política moderna, alineada con los objetivos de transparencia, inclusión financiera y control de divisas. Y lo es… siempre y cuando se gestione con una visión patriótica y soberana.
La digitalización puede ser una herramienta poderosa para reducir la corrupción en efectivo, facilitar las transacciones y aumentar la eficiencia del Estado. Sin embargo, también puede convertirse en una poderosa arma de control y vigilancia, especialmente si las plataformas tecnológicas que sustentan este sistema están en manos de corporaciones extranjeras o potencias que no comparten nuestros valores ni respetan nuestras libertades.
📉 ¿Qué se esconde detrás del “control de divisas”?
El término puede sonar técnico, pero lo que está en juego es nuestra libertad económica individual. Si todo el dinero está digitalizado y centralizado, entonces el Estado, o peor aún, entidades extranjeras, podrán rastrear, congelar o manipular el dinero de cualquier ciudadano o empresa. Esto podría ser usado para combatir delitos financieros, sí, pero también para silenciar disidentes, controlar medios independientes o simplemente someter al pueblo a la obediencia económica.
🔌 ¿Quién controla las plataformas digitales?
Aquí está el verdadero nudo del problema: ¿quién ha desarrollado o quién mantiene el sistema de pagos electrónicos que se implementará? Si se trata de empresas extranjeras —como ocurre en muchos países africanos donde China o conglomerados privados dominan el sector financiero y tecnológico— entonces no estamos hablando de soberanía financiera, sino de dependencia digital.
En la actualidad, países como China han creado un modelo donde el dinero digital se combina con vigilancia total: cámaras, inteligencia artificial, sistemas de puntos de ciudadanía y censura total. ¿Queremos importar ese modelo a África sin filtros? ¿Queremos que Guinea Ecuatorial sea una sucursal experimental del nuevo orden digital chino?
🌐 ¿Y el nuevo orden mundial?
Esto no es una conspiración, es una realidad en curso. El mundo está transitando hacia una economía digital global, donde las libertades individuales serán sacrificadas en nombre de la eficiencia, la seguridad o la estabilidad. Pero cuidado: una cosa es un Estado fuerte que defiende a su pueblo, y otra es un Estado que entrega sus herramientas a corporaciones internacionales que no rinden cuentas a nadie.
China ya está exportando su modelo autoritario a través de sus megaproyectos tecnológicos, alianzas financieras y pactos con gobiernos africanos. El problema no es la tecnología; el problema es que el control esté fuera de nuestras manos. Porque quien controla el dinero, controla la sociedad. Y quien controla la tecnología del dinero, controla incluso nuestras emociones, movimientos y pensamientos.
✅ Conclusión
Apoyamos toda medida gubernamental que esté al servicio del pueblo, que aumente la eficiencia y combata la corrupción. Pero consideramos vital que la digitalización de la economía sea nacional, soberana y protegida por leyes claras que impidan cualquier forma de control o poder extranjero.
La tecnología no es neutral. Puede liberarnos o esclavizarnos. Todo dependerá de quién la controle… y de si el pueblo ecuatoguineano decide ser actor de su destino, o simplemente espectador de su sumisión.