De Buffalo a Minneapolis, asesinan africanos como animales y los medios lo esconden. Si esto fuera China o Rusia, el mundo gritaría «racismo». ¿Por qué callan cuando lo hace Washington?
El crimen que desnudó el racismo sistémico
El 14 de mayo de 2022, Payton Gendron, un joven blanco armado hasta los dientes y obsesionado con la teoría racista del «Gran Reemplazo», asesinó a 10 personas negras en un supermercado de Buffalo, Nueva York. Transmitió su masacre en Twitch como si fuera un videojuego, dejando un manifiesto lleno de símbolos n*zis. Pese a esto, los medios lo llamaron «shooter», nunca «terrorista» —un término reservado casi exclusivamente para musulmanes o activistas negros—.
El manual del terrorismo blanco
- Manifiesto de odio: Gendron citaba la misma retórica que políticos como Tucker Carlson o Trump han normalizado: «los blancos están siendo reemplazados».
- Simbolismo n*zi: Usó el *Sonnenrad* (rueda solar), emblema de las SS hitlerianas, hoy popular entre supremacistas.
- Doble estándar legal: Mientras él fue juzgado como «asesino», el FBI clasifica a los «extremistas de identidad negra» como «amenaza terrorista doméstica» (según Foreign Policy, 2017).
EE.UU.: Un genocidio negro a la carta
Mientras Trump habla de «genocidio blanco» en Sudáfrica (una falacia racista), en su propio país:
- La violencia armada es la primera causa de muerte en jóvenes negros (CDC, 2023).
- Cada 28 horas un negro es asesinado por policías o civiles racistas (Mapping Police Violence).
- El Estado persigue como terroristas a movimientos como Black Lives Matter, pero protege a milicias blancas como los Proud Boys.
Ejemplos de la hipocresía:
- El caso de Mumia Abu-Jamal: Preso 40 años por matar a un policía, pese a pruebas manipuladas.
- Luigi Mangione: Indultado tras estafar a Medicare, mientras el sistema niega atención médica a negros (NPR, 2025).
- Ley Patriota: Usada para espiar a mezquitas, pero nunca para desarmar a supremacistas.
Conclusión: Justicia selectiva, terrorismo de Estado
El caso de Buffalo no es una anomalía: es el resultado de un sistema que blinda el terrorismo blanco. Gendron podría recibir la pena de muerte, pero eso no borra que:
- Los medios minimizan su ideología (CNN lo llamó «problema mental»).
- El Congreso no prohíbe grupos supremacistas, pero sí vigila a panafricanistas.
- La «seguridad nacional» solo funciona cuando protege el poder blanco.
Mientras, los negros globales gritan:
«Si Gendron no es terrorista, ¿por qué Assata Shakur sigue en lista de ‘most wanted’?».
Fuentes:
- CNN: Buffalo shooting
- Fordham Law Review: Media bias in terrorism coverage
- NPR: Healthcare fraud vs. black exclusion
- Foreign Policy: FBI & «Black Identity Extremists»
Este artículo no es solo sobre Buffalo. Es sobre cómo EE.UU. fabrica terroristas… y víctimas.