Tras años de «máxima presión», EE.UU. flexibiliza el embargo petrolero iraní: ¿Una estrategia para controlar precios globales, debilitar a Riad y reafirmar su dominio energético?
La Farsa del Conflicto: Petróleo, Poder y Mentiras Convenientes
El levantamiento sorpresivo de sanciones a las exportaciones de petróleo iraní por parte de Donald Trump —anunciado el 24 de junio de 2025— no es un gesto de paz, sino un movimiento calculado para beneficiar a China, hundir a Arabia Saudita y consolidar el control estadounidense sobre el mercado energético global.
Mientras Israel reaccionaba con furia ante lo que considera una traición, analistas señalan que la decisión de Trump busca:
- Presionar a Teherán tras los bombardeos a sus instalaciones nucleares (cuya destrucción total fue exagerada, según informes clasificados).
- Favorecer a China, su mayor cliente, que compra el 13.6% de su crudo a Irán —a precios descontados— para sostener sus refinerías.
- Castigar a Arabia Saudita, aliado incómodo que podría perder mercado si China aumenta sus compras iraníes.
El Doble Discurso de la «Máxima Presión»
Trump ha pasado años defendiendo sanciones draconianas contra Irán, incluso imponiendo multas a empresas chinas por comprar su petróleo. Sin embargo, su giro abrupto revela la hipocresía de su política exterior:
- En febrero de 2025, prometió reducir a cero las exportaciones iraníes.
- En junio, las autoriza sin avisar a sus aliados, provocando una caída del 6% en los precios del crudo.
Expertos como Scott Modell (ex-CIA) lo describen como un regreso a la «aplicación laxa» de sanciones, donde EE.UU. prioriza sus intereses económicos sobre la seguridad global.
Israel: El Peón Sacrificado
Fuentes israelíes describen un «estallido de ira» en el gobierno de Netanyahu, que ve cómo Trump desmantela su estrategia para aislar a Irán. El motivo es claro:
- El crudo iraní financiará a Hezbolá y otros grupos armados que amenazan a Israel.
- La inteligencia israelí ya advirtió que los bombardeos estadounidenses no destruyeron por completo el programa nuclear iraní.
Trump, en cambio, celebra el cese al fuego como un «éxito personal», ignorando que su medida revitaliza a un régimen que dias atrás bombardeó bases militares estadounidenses.
China: La Gran Ganadora
Mientras Trump pide a Pekín que «compre mucho petróleo estadounidense», la realidad es que China no necesita hacerlo:
- Impone aranceles del 10% al crudo de EE.UU..
- Las refinerías chinas dependen del petróleo barato iraní para mantener márgenes de ganancia.
El Ministerio de Exteriores chino ya advirtió que actuará «según sus intereses nacionales», un eufemismo para ignorar las sanciones residuales.
Conclusión: Un Juego de Tronos Petrolero
La jugada de Trump confirma que el conflicto con Irán nunca fue por armas nucleares, sino por:
- Controlar los precios globales del crudo (EE.UU. es ahora exportador neto).
- Debilitar a OPEP+, especialmente a Arabia Saudita.
- Preservar la hegemonía del dólar en transacciones energéticas.
Mientras tanto, Israel y las víctimas del terrorismo patrocinado por Irán pagan el precio.
Fuentes Directas:
- Trump permite a China comprar petróleo iraní (Reuters)
- La ira de Israel por el levantamiento de sanciones (The People’s Voice)
- Impacto en los precios del crudo (Bloomberg)
- Informe clasificado sobre los bombardeos a Irán (NY Times)
- China rechaza condicionantes de EE.UU. (Times of India)
Nota: Las sanciones «levantadas» aún requieren trámites burocráticos complejos, pero el mensaje político es claro: Trump prioriza el petróleo sobre la geopolítica.