En una acción coordinada con autoridades estadounidenses, el Gobierno de Guinea-Bissau deportó a cuatro individuos acusados de participar en una red internacional de narcotráfico. La información fue confirmada por la Oficina del Fiscal Federal del estado de Florida el pasado 17 de abril, fecha en la que los sospechosos fueron formalmente acusados en territorio norteamericano.
Los cuatro detenidos, todos ciudadanos de países latinoamericanos, habrían conspirado para distribuir grandes cantidades de cocaína entre Colombia, Venezuela, México, Guinea-Bissau y las Bahamas. Según la investigación, operaban utilizando una aeronave registrada en Estados Unidos como medio principal de transporte de la droga.
Además, las autoridades estadounidenses sostienen que los acusados forman parte de un cartel de drogas con base en América Latina, que intentaba ampliar su influencia hacia África Occidental, una región que en los últimos años se ha convertido en una ruta estratégica del narcotráfico transatlántico.
Este caso pone en evidencia no solo los crecientes lazos entre redes criminales latinoamericanas y africanas, sino también la cooperación entre gobiernos para combatir el narcotráfico internacional. Aún no se ha revelado cómo fueron detenidos los implicados, ni el rol específico que desempeñaban en la organización criminal, pero se espera que los juicios en Estados Unidos ofrezcan más detalles en las próximas semanas.