Del Antiguo Egipto a la colonización: cómo Occidente adulteró nuestra relación con el cabello y por qué es hora de liberarnos
Introducción
El reciente anuncio de Costa de Marfil prohibiendo el uso de extensiones y pelucas sintéticas ha desatado un debate global. Pero más allá de la polémica, esta decisión es un acto de reafirmación cultural frente a siglos de imposición occidental. Para nosotros, el pueblo ecuatoguineano, es una oportunidad para reflexionar: ¿Por qué asociamos el «pelo liso y largo» con la belleza? ¿Cuándo olvidamos que las trenzas, los afros y los cabellos postizos son herencia ancestral africana?
1. El origen africano del cabello postizo: Egipto y más allá
Los cabellos postizos no son un invento moderno. En el Antiguo Egipto, las pelucas eran símbolo de estatus y protección solar. Las clases altas usaban pelucas elaboradas con cabello humano, lana o fibras vegetales, adornadas con joyas y trenzas . Técnicas como el trenzado y las extensiones aparecen en tumbas como la de Tutankamón, demostrando que África ya dominaba el arte capilar hace milenios .
En otras culturas africanas, como los nubios o los yoruba, los peinados indicaban edad, estatus social o identidad étnica. El cabello era un lenguaje, no solo estética .
2. La colonización: cómo Occidente robó y adulteró nuestra cultura capilar
Con la esclavitud y la colonización, los europeos impusieron sus estándares de belleza:
- Cabello «salvaje» vs. «civilizado»: Los colonizadores asociaron el afro natural con lo «primitivo», obligando a los esclavos a esconderlo o alisarlo .
- Pelucas como herramienta de opresión: En las plantaciones, los esclavos domésticos debían usar pelucas similares a las de sus amos, mientras los esclavos de campo eran forzados a cubrirse .
- El mito del «pelo malo»: Empresas como L’Oréal comercializaron productos para alisar el cabello, vendiendo la idea de que el pelo africano natural era «inferior» .
3. Costa de Marfil y la prohibición: un acto de resistencia
La decisión de Costa de Marfil no es caprichosa. Busca:
- Proteger la salud: Las extensiones sintéticas y los químicos causan alopecia y daños irreversibles en el cuero cabelludo .
- Rechazar la dependencia económica: África gasta millones en importar cabello de India o Brasil, enriqueciendo a industrias que explotan nuestra autoestima .
- Recuperar la identidad: Como dijo la académica Emma Dabiri, «en culturas negras, el cabello postizo nunca estuvo estigmatizado hasta que Occidente lo convirtió en un arma» .
4. Guinea Ecuatorial: por qué debemos seguir este ejemplo
Nuestro país, con su mezcla de culturas bantúes y fang, tiene una rica tradición capilar que hemos abandonado por imitar modelos eurocéntricos. Es hora de:
- Educar a las nuevas generaciones: Enseñar que los afros, trenzas y moños no son «poco profesionales», sino símbolos de resistencia .
- Boicotear las industrias explotadoras: Dejar de comprar cabello asiático o brasileño y apoyar a emprendedoras locales que trabajen con fibras naturales.
- Celebrar nuestro legado: Como hizo Jamaica en Miss Universo, luciendo un afro poderoso que desafió los cánones occidentales .
Conclusión: Hacia una revolución capilar
Costa de Marfil nos muestra el camino. El cabello no es solo estilo: es política, identidad y memoria. Guinea Ecuatorial tiene la oportunidad de unirse a este movimiento, dejando atrás los estereotipos coloniales y abrazando la belleza que ya llevamos en la sangre. Como escribió Chimamanda Ngozi Adichie: «El pelo es la metáfora perfecta para la raza» .
Fuentes:
- El País: «En las culturas negras la transformación del pelo y las pelucas no están estigmatizados» .
- Afroféminas: «Salud e identidad en el pelo de las mujeres negras» .
- Wikipedia: «Cultura de África» .
¡Luchemos por un Guinea Ecuatorial donde nuestro cabello sea tan libre como nuestra historia! ✊🏾