Oxicodona en sacos de harina y masacres en puntos de distribución: el polémico plan que combina genocidio y adicción
Gaza, 1 de julio de 2025 — Bajo el disfraz de ayuda humanitaria, un escándalo macabro emerge en Gaza: sacos de harina distribuidos por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) —respaldada por Estados Unidos e Israel— contienen píldoras de oxicodona, un opioide altamente adictivo y letal. Las autoridades gazatíes y farmacéuticos locales denuncian que esta táctica busca no solo agravar la crisis humanitaria, sino también destruir a la población palestina mediante la adicción y el envenenamiento masivo.
La Droga de la Muerte en la Ayuda Alimentaria
El gobierno de Gaza reveló que en al menos cuatro casos se hallaron comprimidos de oxicodona mezclados con harina en paquetes distribuidos por la GHF. Omar Hamad, un farmacéutico local, advirtió en redes sociales que esta droga, usada para tratar dolores extremos, provoca dependencia severa, fallos respiratorios y pérdida de conciencia, transformando a las víctimas en «sombras de lo que fueron».
«Es un crimen de guerra disfrazado de caridad», declaró Ismail al-Thawabta, director de la Oficina de Medios de Gaza. «Quieren que nuestra sociedad colapse por dentro: primero con hambre, luego con balas, y ahora con drogas».
Distribución Militarizada: Entre el Hambre y las Balas
La GHF, financiada con $30 millones de dólares por EEUU, opera bajo protección militar israelí en cuatro centros de distribución. Según la ONU, más de 550 palestinos han sido asesinados y 4,000 heridos al intentar acceder a estos puntos, donde soldados israelíes disparan contra civiles desesperados.
Testigos describen escenas dantescas:
- Montañas de cadáveres en zonas cercadas con alambre de púas.
- Drones y tanques israelíes atacando multitudes.
- Hospitales colapsados con heridos por disparos y sobredosis.
«Llaman a esto ayuda, pero es una trampa mortal«, relató Hani Abu Soud, sobreviviente de un tiroteo en Al-Mawasi. «Prefiero morir de hambre que ver a mis hijos convertidos en adictos o masacrados».
Respuesta Internacional: Silencio Cómplice
Mientras la ONU califica el sistema de la GHF como una «abominación», EEUU insiste en defenderlo. En un comunicado, el Departamento de Estado elogió la distribución de «46 millones de comidas», omitiendo las acusaciones de drogas y masacres.
Amnistía Internacional denunció el veto de EEUU a una resolución de la ONU para levantar el bloqueo a Gaza, tachándolo de «luz verde para el genocidio». Mientras, Médicos Sin Fronteras exige el fin de este sistema, señalando que «la ayuda no debe ser un arma de guerra».
Conclusión: Un Doble Exterminio
Gaza enfrenta un ataque sin precedentes: hambre, bombardeos, ejecuciones en puntos de ayuda y ahora envenenamiento con opioides. Las víctimas, atrapadas entre la necesidad y la muerte, cuestionan al mundo:
«¿Por qué la vida de nuestros hijos vale tan poco?», clama Umm Raed, madre de un niño herido al buscar harina.
Mientras Israel y EEUU blindan su narrativa, la comunidad internacional mira hacia otro lado. La pregunta queda flotando: ¿Es esta la fase final de un genocidio farmacológico?.
Fuentes:
- Telesur: Denuncian drogas en ayuda a Gaza
- BBC: Más de 400 muertos en puntos de ayuda
- Amnistía Internacional: Veto de EEUU al alto al fuego
- Departamento de Estado de EEUU: Financiamiento a la GHF
- The New Arab: Acusaciones de opioides en ayuda
- Médicos Sin Fronteras: «Sistema mortal de ayuda»
- France24: GHF y el plan militar
Este artículo se basa en investigaciones locales e internacionales. Las cifras y testimonios reflejan la gravedad de una crisis humanitaria convertida en arma de guerra.