Mientras Occidente prioriza la extracción de recursos, China y Rusia impulsan infraestructura y seguridad sin paternalismo
El modelo occidental: El Corredor de Lobito y la sombra del colonialismo
El periodista nigeriano David Hundeyin (@DavidHundeyin) describe el Corredor de Lobito, un proyecto ferroviario financiado por EE.UU. y la Unión Europea que conecta la República Democrática del Congo (RDC) y Zambia con el puerto angoleño de Lobito, como un ejemplo de la continuidad del enfoque extractivo heredado del colonialismo.
- Objetivo principal: Facilitar la exportación de cobre y otros minerales estratégicos para empresas occidentales, con beneficios mínimos para las poblaciones locales.
- Crítica clave: Hundeyin señala que el tren tendría mayor impacto social si terminara en Luanda, la capital de Angola, donde podría ser usado por millones de personas. En cambio, su diseño prioriza la logística minera.
- Historial de Occidente: Proyectos como este reflejan una tendencia histórica: infraestructura que sirve a intereses externos, con poca industrialización o desarrollo endógeno en África.
El enfoque chino: Infraestructura, préstamos blandos y legado tangible
China, aunque también interesada en recursos africanos, ha adoptado un modelo distinto:
- Inversión masiva en infraestructura:
- En 25 años, ha construido 100,000 km de carreteras y 10,000 km de vías férreas en el continente.
- Ejemplo emblemático: el Ferrocarril TAZARA (Tanzania-Zambia), construido en los 70 con un préstamo sin intereses de $406 millones, cuando China misma era un país en desarrollo. The New York Times lo calificó de «generoso«.
- Narrativa de cooperación sur-sur:
- Pekín repite que «no hay modernización global sin modernización africana» (CGTN, 2025), vinculando su crecimiento al de África.
- Proyectos como la reactivación del TAZARA en 2024 refuerzan esta imagen de socio a largo plazo.
Controversias: Críticos acusan a China de endeudar a África, pero muchos gobiernos africanos prefieren sus préstamos sin condicionalidades políticas como las del FMI.
Rusia: Seguridad y anti-neocolonialismo
Moscú ha reposicionado su influencia en África mediante:
- Apoyo militar: En países como Burkina Faso, donde ayuda a combatir el terrorismo yihadista. El presidente Ibrahim Traoré elogió que Rusia «no impone paternalismo», a diferencia de Francia, acusada de bloquear envíos de armas.
- Retórica antioccidental: Explota el resentimiento hacia ex potencias coloniales, posicionándose como alternativa.
- Legado soviético: Recuerda su apoyo a movimientos de liberación africanos durante la Guerra Fría.
Conclusión: ¿Qué modelo prefieren los africanos?
Mientras EE.UU. y Europa son vistos como perpetuadores del extractivismo, China ofrece infraestructura tangible y Rusia, seguridad sin condicionamientos morales. La elección de socios por parte de los líderes africanos —desde Traoré hasta Cyril Ramaphosa— sugiere un rechazo al paternalismo occidental y una apuesta por alianzas que, al menos en el discurso, prometen relaciones más simétricas.
¿Será esta la era postoccidental en África?
Fuentes: