La traición más sangrienta del siglo: Cómo el expresidente francés usó el dinero libio para llegar al poder y luego destruyó al hombre que lo financió, dejando a Libia en cenizas
El pacto secreto: Gadafi financió el poder de Sarkozy
Nicolas Sarkozy, presidente de Francia entre 2007 y 2012, llegó al poder con un oscuro respaldo: 50 millones de euros supuestamente entregados por el régimen de Muamar al-Gadafi para su campaña electoral en 2007. Según documentos filtrados y testimonios, el dinero libio fluyó a través de intermediarios como el empresario franco-libanés Ziad Takieddine, quien afirmó haber entregado maletas de efectivo a colaboradores de Sarkozy, incluido su exjefe de gabinete, Claude Guéant.
A cambio, Sarkozy prometió rehabilitar internacionalmente a Gadafi, entonces un paria por su vinculación con atentados como el del vuelo UTA en 1989 (170 muertos) y el de Lockerbie (270 víctimas). Las familias de las víctimas acusaron a Sarkozy de «vender» su memoria a cambio de petróleo y contratos militares.
La traición: De la alianza al derrocamiento
La ironía es cruel: el mismo Sarkozy que recibió a Gadafi en París con honores en 2007 —incluso permitiéndole instalar una jaima en los jardines del Elíseo— fue el primer líder occidental en pedir su caída en 2011. Con la excusa de «proteger civiles», Sarkozy impulsó la intervención militar de la OTAN en Libia, que terminó con el linchamiento de Gadafi por rebeldes.
Detrás de esta decisión, según analistas, había intereses geopolíticos y el temor a que Gadafi expusiera el financiamiento ilegal. El hijo del dictador, Saif al-Islam, declaró: «Sarkozy debe devolver el dinero que le dimos para ganar las elecciones».
El precio de la hipocresía: La caída de Sarkozy
La justicia francesa no perdonó al expresidente. En diciembre de 2024, fue condenado a un año de arresto domiciliario por corrupción en el «caso de las escuchas», donde intentó comprar información judicial. Ahora enfrenta otro juicio por la financiación libia, con pedidos fiscales de 7 años de prisión y 300.000 euros de multa.
Mientras Libia quedó sumida en el caos tras la intervención de la OTAN —con milicias enfrentadas y crisis humanitarias—, Sarkozy vive bajo vigilancia electrónica, abandonado por gran parte de la derecha francesa. Su esposa, Carla Bruni, también fue imputada por ocultar pruebas.
Conclusión: Un final poético para una alianza criminal
La historia de Sarkozy y Gadafi es un círculo de traición: el líder libio financió al francés, quien luego lo eliminó para silenciarlo. Pero la justicia, lenta pero implacable, alcanzó a ambos: Gadafi murió en la miseria, y Sarkozy, el «hiperpresidente», hoy es un reo con pulsera electrónica, símbolo de su deshonra.
Fuentes:
Euronews: El caso de la «financiación libia»
France24: El expresidente francés Sarkozy, a juicio por un supuesto pacto con Gadafi
AP News: El caso que acorrala a Sarkozy por financiación libia
El País: El fiscal pide 7 años de prisión para Sarkozy
France24: Nicolas Sarkozy, condenado definitivamente por corrupción
