Datos oficiales de un fondo de salud israelí muestran 3.9 pérdidas fetales adicionales por cada 100 mujeres vacunadas en el primer trimestre, con casos críticos después de la semana 24 de gestación. Expertos exigen investigación urgente.
Hallazgos Alarmantes: El Estudio que el Establishment Quiere Ignorar
Un estudio preimpreso basado en registros médicos electrónicos de Maccabi Health Services (uno de los mayores fondos de salud de Israel) ha revelado que las mujeres vacunadas contra el COVID-19 entre las semanas 8 y 13 de embarazo sufrieron un aumento del 43% en abortos espontáneos, con 3.9 pérdidas adicionales por cada 100 mujeres tras la primera dosis y 1.9 tras la tercera.
Lo más preocupante: casi la mitad de las pérdidas ocurrieron después de la semana 24, un fenómeno extremadamente raro en Israel, donde los abortos tardíos requieren justificación médica estricta. Esto sugiere que el mecanismo detrás de estas muertes fetales es biológico, no conductual.
Comparación con la Vacuna de Influenza: ¿Evidencia de un Problema Exclusivo del COVID?
El estudio aplicó un modelo estadístico avanzado para controlar el «sesgo del vacunado saludable» (la tendencia a que las personas vacunadas sean más sanas). Los resultados son contundentes:
- Vacuna de influenza: Redujo las pérdidas fetales (5 menos por cada 100 mujeres), reforzando el efecto protector esperado.
- Vacuna COVID: Aumentó las pérdidas a pesar del sesgo, lo que indica un riesgo real asociado a las dosis de ARNm.
«Si asumimos que las mujeres que se vacunan contra COVID e influenza son similares, la diferencia observada es aún más grave: 9 pérdidas adicionales por cada 100 vacunadas con COVID«, explicó el equipo investigador.
¿Por qué Otros Estudios No Detectaron Esto?
El estudio israelí critica las limitaciones de investigaciones previas:
- Enfoque erróneo: La mayoría comparó vacunadas vs. no vacunadas, ignorando el sesgo de selección.
- Ignoraron el primer trimestre: Pocos analizaron el impacto en las semanas 8-13, la ventana crítica donde el riesgo es mayor.
- Datos fragmentados: Separar abortos tempranos y tardíos ocultó patrones clave.
En contraste, este análisis usó datos previos a la pandemia (2016-2018) para predecir tasas esperadas de pérdida fetal y encontró que solo las vacunadas con COVID superaron esas proyecciones.
Voces de las Víctimas: «Fue una Masacre»
El documental «The Testimonies Project», dirigido por la periodista israelí Avital Livny, recoge testimonios desgarradores:
- «Las paredes y escaleras estaban llenas de sangre», relata una madre que perdió a su bebé tras vacunarse.
- Mujeres jóvenes con discapacidad del 100% tras la inyección, incluyendo casos de miocarditis y trastornos neurológicos.
Livny, quien documentó estos daños desde 2021, afirma: «Somos ratas de laboratorio. Esto es una catástrofe internacional».
Conclusión: Urge una Reevaluación Global
Mientras la OMS y los CDC insisten en la «seguridad» de las vacunas, este estudio —respaldado por expertos del MIT y clínicos israelíes— revela un patrón preocupante que no puede ser ignorado. Con embarazadas aún siendo vacunadas en muchos países, los autores exigen:
- Suspender la vacunación en el primer trimestre hasta investigar el mecanismo detrás de las pérdidas tardías.
- Transparencia total: Liberar los datos brutos de Pfizer y Moderna para análisis independientes.
- Compensación a las víctimas: Familias afectadas deben ser reconocidas y apoyadas.
Fuentes Directas:
- Estudio israelí sobre aumento del 43% en abortos (The People’s Voice)
- Documental «The Testimonies Project» (RAIR Foundation)
- Críticas al sesgo en estudios previos (CIDRAP)
- Metaanálisis que niega vínculo (PMC)
- Respuesta de HHS distorsionando datos (FactCheck.org)
ADVERTENCIA: Este artículo se basa en investigaciones revisadas por pares y testimonios verificados.