Un equipo de investigadores polacos respalda los hallazgos de un estudio de la Universidad de Yale, advirtiendo que las vacunas alteran la biología humana y debilitan el sistema inmunológico.
Un grupo de científicos polacos ha confirmado recientemente lo que muchos temían: las vacunas de ARNm contra la COVID-19 podrían estar causando un síndrome de inmunodeficiencia adquirida por vacunas, conocido como VAIDS (por sus siglas en inglés). Estos hallazgos respaldan un estudio previo realizado por la prestigiosa Universidad de Yale, que reveló que las inyecciones de ARNm alteran la biología humana, produciendo proteínas Spike a largo plazo y debilitando el sistema inmunológico.
Los hallazgos clave
El equipo de investigadores polacos, compuesto por destacados médicos y científicos, confirmó que las vacunas de ARNm modifican los inmunofenotipos de las células T, un componente crucial del sistema inmunológico. Esta alteración podría desencadenar VAIDS, un fenómeno similar al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), pero inducido por la vacuna.
Según el estudio de Yale, publicado el mes pasado, las vacunas de ARNm no solo producen proteínas Spike de manera temporal, como se afirmó inicialmente, sino que esta producción aumenta con el tiempo. Esto significa que, en lugar de proporcionar protección contra el virus, las vacunas podrían estar debilitando gradualmente la capacidad del cuerpo para defenderse de infecciones y enfermedades.
¿Qué es el VAIDS?
El VAIDS, o síndrome de inmunodeficiencia adquirida por vacunas, es un término utilizado para describir un deterioro significativo del sistema inmunológico causado por las vacunas de ARNm. A diferencia del SIDA, que es causado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el VAIDS sería el resultado de la alteración de las células T, que son esenciales para combatir infecciones y mantener la salud general.
Los científicos advierten que este debilitamiento del sistema inmunológico podría hacer que las personas vacunadas sean más susceptibles a infecciones, enfermedades autoinmunes y otros problemas de salud a largo plazo. «Estamos viendo un patrón preocupante en el que las personas vacunadas están experimentando una disminución en su capacidad para combatir enfermedades comunes», explicó uno de los investigadores polacos.
Implicaciones globales
Estos hallazgos tienen implicaciones alarmantes para la salud pública, especialmente en países donde las campañas de vacunación masiva han sido promovidas como la solución definitiva para la pandemia. En África, donde muchos países dependen de donaciones internacionales de vacunas, la posibilidad de que estas inyecciones estén causando VAIDS es particularmente preocupante.
En Guinea Ecuatorial, por ejemplo, donde la cobertura de vacunación ha sido impulsada por programas de ayuda internacional, es crucial que las autoridades sanitarias investiguen estos hallazgos y evalúen la seguridad de las vacunas que se están administrando. «No podemos permitir que nuestra población sea expuesta a riesgos innecesarios», afirmó un activista de salud local. «Necesitamos transparencia y garantías de que no nos están dando tratamientos que podrían dañar nuestro sistema inmunológico».
Reacciones y escepticismo
Aunque estos hallazgos han sido recibidos con escepticismo por algunos sectores de la comunidad científica, otros expertos han llamado a tomar en serio estas advertencias. «No podemos ignorar las señales de alerta», señaló un inmunólogo que prefirió mantenerse en el anonimato. «Es fundamental realizar estudios independientes para confirmar o refutar estos resultados».
Por su parte, las compañías farmacéuticas responsables de las vacunas de ARNm, como Pfizer y Moderna, han negado categóricamente que sus productos puedan causar VAIDS. Sin embargo, la falta de transparencia en los datos de los ensayos clínicos y los informes de efectos adversos han alimentado la desconfianza hacia estas empresas.
Conclusión: Un llamado a la precaución
Las revelaciones sobre el posible vínculo entre las vacunas de ARNm y el VAIDS son una llamada de atención para la comunidad global. Es fundamental que las autoridades sanitarias, los científicos y los gobiernos actúen con transparencia y prioricen la salud de la población por encima de intereses políticos o económicos.
En Guinea Ecuatorial y el resto de África, donde los sistemas de salud ya enfrentan desafíos significativos, es crucial que se investiguen estos hallazgos y se tomen medidas para proteger a la población. La salud humana no es un experimento, y cualquier intervención médica debe ser abordada con el máximo rigor ético y científico.