La nefróloga Suzanne Humphries advierte: la vacuna del sarampión debilita la inmunidad natural. ¿Protegen las vacunas o generan más brotes?
En medio de la creciente preocupación por los brotes de sarampión en el mundo, muchos padres en Guinea Ecuatorial se enfrentan a una decisión crucial: ¿deben vacunar a sus hijos con la MMR (la vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola) o existen riesgos ocultos que las autoridades no están contando?
La Dra. Suzanne Humphries, médica nefróloga con años de experiencia en el sistema sanitario, ha expuesto una perspectiva que desafía la narrativa oficial: las vacunas podrían ser la verdadera causa del problema del sarampión en la actualidad.
¿Quién es la Dra. Suzanne Humphries?
La Dra. Humphries es una doctora formada en medicina convencional, con especialización en nefrología (enfermedades renales). Tras años de trabajar dentro del sistema médico, comenzó a investigar los efectos de las vacunas y llegó a una conclusión alarmante: la vacunación masiva ha debilitado la inmunidad natural de las poblaciones, haciendo que enfermedades como el sarampión resurjan de formas más peligrosas.
Según sus investigaciones, antes de la introducción de la vacuna del sarampión, esta enfermedad era generalmente leve en niños sanos y contribuía a fortalecer su sistema inmunológico a largo plazo. Sin embargo, la vacuna MMR, en lugar de erradicar el virus, ha alterado su comportamiento natural, generando brotes en personas vacunadas y dejando a los bebés más vulnerables.
¿Por Qué Vacunar a un Bebé de 6 Meses Podría Ser Peligroso?
La OMS y muchos gobiernos recomiendan la primera dosis de MMR a los 12 meses, con un refuerzo entre los 4 y 6 años. Sin embargo, en situaciones de brote, algunos médicos sugieren adelantarla a los 6 meses.
La Dra. Humphries advierte que esto es un error:
- El sistema inmunológico de un bebé de 6 meses no está preparado para responder adecuadamente a la vacuna, lo que podría generar reacciones adversas o incluso hacerla menos efectiva.
- La protección que ofrece la vacuna es temporal, mientras que la inmunidad natural adquirida por el contagio real del sarampión (en condiciones normales) solía ser de por vida.
- Los ingredientes de la vacuna (como el aluminio y otros adyuvantes) podrían tener efectos negativos en el desarrollo neurológico del bebé.
¿Entonces, Cómo Proteger a Nuestros Bebés del Sarampión?
La Dra. Humphries sugiere que, en lugar de depender de vacunas con posibles riesgos, los padres deberían:
- Fortalecer el sistema inmunológico de sus hijos con lactancia materna prolongada, una alimentación rica en nutrientes y evitando el exceso de medicamentos como antibióticos y antipiréticos (ej. paracetamol).
- Evitar lugares con altos riesgos de contagio durante brotes, especialmente si el bebé es muy pequeño.
- Informarse sobre los verdaderos riesgos del sarampión, que en niños bien nutridos rara vez es mortal, a diferencia de lo que se suele afirmar.
¿Por Qué No Se Habla de Esto en los Medios Convencionales?
La Dra. Humphries denuncia que la industria farmacéutica y las agencias de salud tienen conflictos de interés, ya que las vacunas representan un negocio millonario. Por eso, cualquier crítica es censurada o ridiculizada, incluso cuando viene de médicos con experiencia como ella.
Conclusión: Los Padres Deben Investigar Antes de Decidir
En Guinea Ecuatorial, donde el acceso a información médica independiente es limitado, es crucial que los padres no actúen por miedo, sino con conocimiento. Las declaraciones de la Dra. Suzanne Humphries abren un debate necesario: ¿Realmente las vacunas nos están protegiendo, o están contribuyendo a un problema mayor?
¿Usted qué opina? ¿Confía en las vacunas oficiales o cree que hay intereses ocultos detrás de su promoción masiva?
👉 Para profundizar en este tema, vea la entrevista completa con la Dra. Humphries aquí: [ ]